Hardware limitado
Introducción
Este capítulo se puede malinterpretar mucho. No es tanto un limitar el hardware que usamos, sino más bien usar el hardware que realmente necesitamos.
Entiendo que esto es complicado para los neófitos, por lo que para solucionar esto hace falta, planes de educación, movimientos de asociaciones, ongs e incluso el gobierno para que no se engañe a los usuarios vendiéndoles algo que no necesitan. ¿Veremos algo así? Por parte del gobierno lo dudo mucho
Lucha contra la obsolescencia programada
Como comenté en su momento, las empresas tienen muchas estrategias para que compremos hardware que no necesitamos. Uno de ellas es la obsolescencia programada que como expliqué puede ser manipulando el hardware directamente o el software que controla ese hardware, pero que últimamente la estrategia preferida es convencer a los consumidores de que necesitan renovar su equipo cada poco tiempo.
Vamos a pensar en el avance que han tenido los ordenadores y móviles en lo últimos años en cuanto a potencia de computo. A día de hoy el móvil más barato que puedas encontrar en el mercado ya tiene muchísima más potencia que el ordenador más potente de principios de siglo.
Pero, ¿hemos cambiado nuestra forma de trabajar o las herramientas que usamos? El 90% de las personas siguen navegando por internet como en los años 90 o los dos miles, viendo videos y películas, escuchando música, escribiendo en un procesador de texto y usando hojas de cálculo, todo exactamente igual que hace 20, 30 o incluso 40 años. ¿Entonces por qué necesitamos ordenadores muchísmos más potentes? Realmente para nada. Como he dicho, realmente la compra de nuevo hardware, obedece más a marketing que a necesidades reales.
Solución
Por eso teniendo en cuenta, este tema la solución a la obsolescencia programada es informarnos bastante mejor cuando compramos un producto nuevo, exigir garantías de más años, ya que hay marcas y productos que los dan e informarse de cuales son esos productos y marcas que tienen buenas reseñas frente a los consumidores e intentar evitar comprar en grandes superficies. La mayoría de las grandes superficies juegan a obtener productos baratos apretando a los fabricantes para que les oferten productos más baratos y por lo tanto éstos deben bajar mucho su nivel de calidad. Además en general, las grandes superficies ofrecen un muy mal servicio postventa.
En mi caso en concreto, al verificar bien el hardware que compro e ir a tiendas de verdaderos expertos y comprar productos, que sin ser los más caros tampoco son los más baratos lo normal es que cualquier equipo me dure entre 8 y 10 años, e incluso los he tenido que me han durado 15 años.
Así pues, alejemonos de ofertas atractivas, de compras compulsivas y dejémonos aconsejar por verdaderos expertos y no por vendedores que su cometido es precisamente ese, vender cualquier cosa.
Lucha contra el marketing
Pues sí, realmente, es increíble lo efectivo que es el marketing para vender hardware innecesario y voy a poner varios ejemplos. Por ejemplo, como persona que estoy trabajando todo el día con ordenadores agradezco por supuesto un buen monitor, pero hasta que punto es necesario los monitores que venden actualmente? Por supuesto, cada uno puede querer tener un monitor con el que pueda ver películas con una calidad increíble, pero en ocasiones dudo, que algunos de los que venden sean necesarios para lo que se usan. Si vas a ver películas en alta definición, pues es normal que quieras un monitor que soporte esa alta definición, pero y si vas a estar todo el día trabajando con hojas de cálculo? ¿Necesitas ver las filas y columnas en alta definición?
Otro ejemplo son los móviles, algo que se ha convertido en las nuevas joyas o relojes de lujo de muchas personas. Ya hemos hablado de Apple y cómo han conseguido que sus productos han dejado de ser algo tecnológico y práctico para convertirse en productos de moda y que definen estatus, por lo que mucha gente necesita comprar nuevos productos cada año. Pero incluso siendo así, hablamos que mucha gente no compra Apple porque no se lo puede permitir pero quiere tener móviles de más de mil euros, que al final se van a usar para navegar, mandar audios por Whatsapp y poco más. ¿Es necesario gastarse más de 1000 euros o dolares para mandar audios? ¿Va ha hacer que estos sean menos molestos para los demás?
Los videojuegos y el talón de aquiles de todo usuario
El tema de los juegos no da para un apartado, daría para un capítulo entero, que digo, para un libro entero, qué digo, para varios libros. Y como ya comenté, no es un problema en sí de los videojuegos en sí, yo he jugado desde niño y sigo haciendolo y lo haré, pero el problema no son en sí, los videojuegos, es más concretamente las empresas que hay detrás de los videojuegos.
Esto no es nada nuevo, pero el tema de los videojuegos trata un tema peliagudo que es la llamada adicción. Que los videojuegos están hecho para crear adicción es algo claro, como todo juego de hecho, la diferencia es por un lado si es una adicción muy enfermiza y por otro lado si hay gasto de dinero en medio. La legislación, curiosamente va demasiado lenta en un tema que suele afectar mucho a la mayor excusa para prohibir cosas que son los niños. Pero bueno, cada día afecta también a los adultos por dos motivos, o ellos mismos quieren jugar o al menos sus hijos y ya sabemos que un padre por sus hijos hace lo que lo sea. Por eso, muchas compañias tanto de videojuegos como de otro tipo enfocan las campañas de marketing a menores, ya que por un lado son un objetivo más fácil de manipular y por otro porque ellos son los que arrastran a sus padres a comprar.
Como digo, el tema de los videojuegos, el marketing mal usado, la adicción, etc, es un tema muy complejo que requiere un capítulo o un libro completo pero vamos a comentarlo aquí solamente por el tema del hardware.
Por un lado, exiten muchos juegos que no requieren gran potencia de cálculo para funcionar, se suelen llamar juegos "indy" y se parecen más a los juegos de los 90. Al final estos juegos pueden ser tan o más divertidos que los siguientes de los que hablaremos después, pero no suelen ser juegos que muevan en general grandes cantidades de dinero, haciendo la salvedad de los juegos móviles de los que luego hablaremos.
El segundo tipo de juegos de los que hablo se llaman juegos llamados "Triple AAA" que en su mayoría buscan un gran realismo en sus gráficos, mecánicas, físicas, etc, con lo que requieren mucha potencia de cálculo y por lo tanto equipos muy potentes. Como he dicho antes, esto no debería tener importancia ya que al final lo importante de un juego es que sea divertido, pero los humanos somos como somos y aquello que tenga un gra apartado gráfico, en la mayor parte de los casos atraerá más a las masas. Compañías como Nintendo y otras, demuestran en muchas ocasiones que es más importante el apartado artístico que el tener gráficos realistas, pero aún así es una batalla en general perdida al menos para la gran masa. Esto hace que las personas que se autodenominan "gamers" siempre buscarán equipos muy caros y potentes que además tendrán que actualizar su hardware cada poco tiempo ya que las compañías siempre intentarán sacar un juego con mejores gráficos en una carrera de reina roja contra la competencia donde el que pierde es el usuario.
En el mundo de los teléfonos móviles están pasando algo parecido pero a distinto nivel. Ahora se empiezan a vender teléfonos para "gamers" con una gran potencia y elevadísimos precios, pero de momento es un mercado minoritario. La mayor parte de los juegos móviles están hecho para que funcionen hasta en los equipos más humildes. Ya veremos si en un futuro este mercado del gaming móvil despunta.
La importancia del software
Pero no es solo un problema de empresas de hardware que quieren que compremos sus productos o que los renovemos cada poco tiempo usando medidas de dudosa moralidad o directamente ilegales, también ocurre con el software que venden muchas compañías. Como comenté antes, directamente seguimos haciendo lo mismo que en los años 90, pero quitando algunos casos de software profesional para áreas muy concretas como pueda ser diseño 3D, edición de video, etc, que sí requieren hardware de última generación, la mayoría de nosotros no requiere un software muy potente, de hecho, con ordenadores que tengan 10 o 15 años sería más que suficiente, pero esto sería así, si no fuera porque últimamente las empresas que desarrollan el software más común y para actividades más banales, puede llegar a ser el que más recursos de hardware necesite.
Software como Ms-Office, los navegadores principales como Chrome o Edge, el propio sistema operativo Windows, cada vez ocupan más, requieren más recursos de hardware, hasta diría que son más lentos incluso en máquinas potentes y además tienen agujeros de seguridad cada dos por tres.
En un caso irónico y algo divertido, leí en cierto foro de programación la queja de ciertas personas de que los navegadores de hoy en día ocupaban más que los propios sistemas operativos que sostentan estos navegadores.
Hay personas que dicen que eso lo hacen así porque tienen acuerdos con los mismos vendedores de hardware y hacen programas "pesados" para que la gente compre nuevo hardware. Pero os puedo asegurar que la realidad es mucho peor. El asunto es que cada vez la programación es más pensada no como un arte, o al menos como un asunto de aprender por años y ser capaces de optimizar el software que se produce. Cada vez las empresas buscan que programar sea más y más fácil para así no quedarse nunca sin personal que contratar. Para solucionar eso se crean programas que crean programas o ayudan mucho a hacerlo, hasta el punto donde el programador no programa, sino que utiliza código de terceros para montar su propio programa, como quien usa piezas de lego, pero esto hace que el código y por lo tanto el programa resultante no es óptimo tiene mucho código que no es necesario, creando programas que requieren cada vez más y más recursos para hacer lo mismo.
Por supuesto, hay excepciones, todavía hay programadores que se preocupan de crear software de calidad y óptimo, por lo que requieren menos recursos de hardware. En el mundo del Software Libre hay muchos ejemplos de esto, ya que comenté el tema de hacer aplicaciones "pesadas" que requieren de muchos recursos es más un mal, más relacionado con grandes empresas y su forma de trabajar, que del mundo de la informática en sí.
Solución
Como he comentado lo mejor, para este caso es no usar el último software de empresa que normalmente no añade ninguna mejora realmente significativa y usar Software Libre. Navegadores como Firefox, sistemas operativos como GNU/Linux o programas ofimáticos como Libreoffice, son más que suficientes para la mayoría de las personas y son programas con grandes características, requieren mucho menos recursos que sus contrapartes de software de grandes empresas y además su sistema de desarrollo y mejora es mucho más ético de lo que podamos ver en grandes empresas.
El derecho a reparar
Uno de los trucos de las grandes empresas para que sigamos comprando sus aparatos es que cada vez los hacen más difícil de reparar. Por un lado, la minituarización de la mayoría de los componentes de los aparatos actuales y sobretodo, el propio diseño de éstos hace que sea muy difícil repararlos, por lo que una vez que dejan de funcionar, lo normal es que haya que comprar un nuevo aparato o al menos la reparación sea más caro que comprar uno nuevo. Yo intento reparar siempre, aunque sea más caro, por el tema de la huella de carbono y la producción excesiva de residuos, pero entiendo que lo normal es que si te sale más caro reparar que comprar nuevo, lo normal es que compres nuevo.
Pero, en muchas ocasiones no es así, es más caro comprar un aparato nuevo y el no poder reparar el nuestro por el diseño de fabricación es algo muy molesto. Afortunadamente, al menos en Europa, se está haciendo un gran esfuerzo en obligar a las empresas a que sus productos puedan ser reparados incluso por personas fuera de su propio servicio técnicos si es que lo tienen.
Solución
Finalizando
En definitiva, y para terminar, el uso del marketing comercial, sea bien para productos móviles como computadoras, insisten en tener equipos de una potencia que la mayoría de los casos no es necesario en el 80 o 85% de los casos. Haciendo por un lado, gastos innecesarios y además un alejamiento
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